Pero ayer me quedé sin laburo y estaba triste, triste y desilusionada, y también enojada.
Y lo puse en Facebook. Siempre uso la red para avisar de muestras, de eventos, de laburo en fin. Pero esta vez puse esto, que me había quedado sin laburo, y la devolución fue impresionante.
Creo que cuando conté hace un año que tenía ese mismo trabajo, no debió haber ni la mitad de los mensajes que me llegaron mandándome fuerza, buena onda y energía.
Y es bueno, porque los amigos se ven en las malas... ¿no?
Y hoy estoy muy contenta. Porque sin ninguna duda el mayor capital que tengo, lo tengo ahí.
En mis amigos. En la gente que me banca. En los que creen en mí. Y que están. Son incondicionales.
En los llamados telefónicos que recibí. En los mails, en los mensajes de FB o de msn.
Creo que todo lo demás es circunstancial. El trabajo, los despelotes vitales, todo eso. Pero mis amigos son geniales. Y quería agradecerles a todos ellos. Ya sé que suena un poco obceno hacerlo tan público. Pero se lo merecen. Todos y cada uno de ellos.
Gracias por estar.